lunes, 10 de junio de 2013

El perro del hortelano de Lope de Vega



El perro del hortelano

En El perro del hortelano observamos el don que tuvo Lope para crear diálogos movidos, en los que se descubre la dirección de una voluntad que procura lograr algo, y la de otra que reacciona confirmándola o resistiéndose. El principio de cada parlamento queda bien ligado con el final del anterior, produciendo así la ilusión de una perfecta naturalidad en la conversación. También se puede encontrar en esta comedia la recreación de un ambiente español.
El análisis psicológico es muy fino, porque la acción es de interior; esto lo vemos en los sonetos. Se ve que la caracterización no es un fin en sí mismo para Lope y que varía según las necesidades de cada obra, a veces personajes importantes resultan problemáticos
El perro del hortelano comienza con una competencia entre dos mujeres encantadoras por el amor de un guapo joven y con muchos chistes del gracioso; por eso, aunque se hable mucho del honor, lo que se dice, en realidad, no pasa de ser una expresión del respeto por las diferencias entre las clases sociales, fenómeno en nada privativo de España y de su “código” del honor. Cuando al final de la comedia se habla de la muerte y de un asesinato, el público sabe seguir el tono general anterior y no se asusta. 

La fuente más cercana de Lope es una de las novelas del italiano Bandello, manantial del que salen buen número de argumentos para las obras de teatro y algunas narraciones cortas españolas de la época.
Narra ahí el italiano la historia de Hungría, por nombre Ana, que corresponde a las atenciones de un hombre de baja condición social con sentimiento de afecto, y procura su mejora y engrandecimiento cuando el enamorado es enviado por su señor a la corte española de Carlos V, con cartas de recomendación.
La falta del juego de los celos y de referencias a cualquier lazo matrimonial entre la reina y su galán, así como la desemejanza de las circunstancias aledañas, hicieron negar a Kohler cualquier posibilidad de “reivindicar esa novela como fuente de El perro del hortelano
Sin embargo, Kossoff vuelve sobre la novelita bandelliana para percibir semejanzas no captadas por Kohler: desde la baja extracción de los protagonistas de ambas obras, además de la referencia biográfica al propio estado de secretario que Lope desempeñó sobre todo con el de Sessa, hasta la seguridad de la lectura de Bandello por parte de Lope; primero, porque El perro antecede, en la edición italiana, a la que sustenta la trama de El castigo sin vergüenza; y en segundo lugar, “ el tono de los versos amorosos de Amanio que emplea Bandello es semejante al de los sonetos y diálogos del amor de El perro”
Con ser interesante la propuesta de Kossoff, el papel de fuente que le otorga no deja de ser una aproximación lejana que nos dice muy poco de la génesis de El perro del hortelano.
Si parece cierto que Lope fue lector de Bandello, también lo es que la ley del refrán que titula la pieza se cumple en otros personajes y otras obras del autor de Fuente ovejuna. No obstante, debe tenerse en cuenta lo explicado por Kossoff en su edición.

Bibliografía
-          VEGA, de Lope, El perro del hortelano, Madrid, Clásicos Castalia, 1970, Edición de A. David Kossoff
-          VEGA,  de Lope, El perro del hortelano, Madrid, Cátedra, 1998, Edición de Mauro Armiño

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