Panorama histórico
El
Barroco es un concepto histórico que define una época compleja,
nacida después del Renacimiento y que se prolonga hasta el siglo
XVIII. Su máximo apogeo llega entre dos fechas claves: 1598, muerte
de Felipe II, y 1681, muerte de Calderón de la Barca.
Los
orígenes del Barroco hay que buscarlos en el Renacimiento español y
más concretamente en el reinado de Carlos V (1515-1556), el cual
resucitando las viejas formas clásicas de gobierno se corona
emperador y pretende aunar en su mando la unidad religiosa y militar.
Situación social
Ante
el desarrollo de los talleres
artesanales
o de tipo fabril, gran parte de la población rural se traslada a las
ciudades. Son gentes que formarán un colectivo social heterogéneo y
anónimo del que es lógico que se generen grandes conflictos. El
individuo adopta actitudes de egoísta autodefensa y el
individualismo se hace fórmula constante de comportamiento. Se
potencia así la soledad -física y existencial- y se asumen
actitudes de agresividad hacia el otro. Se adopta el aforismo de
Hobber: “el hombre es un lobo para el hombre”.
La
iglesia se encarga de una labor de recuperación de la fe a través
de los artistas, instándoles a que inciten el amor a Dios a través
de sus obras. Ello explica el auge de la imaginería, de los autos
sacramentales, piezas dramáticas escritas para la Eucaristía y cuyo
principal creador fue Pedro Calderón de la Barca.
Situación
general de la literatura barroca
Gran
parte de la literatura barroca es prolongación de la renacentista.
Géneros, temas y fuentes de inspiración son aprovechadas por los
autores barrocos que, sin embargo, incorporan elementos
distintivos.
En la novela, la visión de la realidad se hace más cruda. El idealismo aún presente en el Qujote, se rompe a favor de una sátira cruel y despiadada, como en El buscón de Quevedo. Aparecen multitud de obras burlescas; se hace sátira irreverente de las más conmovedoras historias de la tradición clásica.
En la novela, la visión de la realidad se hace más cruda. El idealismo aún presente en el Qujote, se rompe a favor de una sátira cruel y despiadada, como en El buscón de Quevedo. Aparecen multitud de obras burlescas; se hace sátira irreverente de las más conmovedoras historias de la tradición clásica.
La
poesía abandona el equilibrio general entre la forma y lo que a
través de ella se expresa, para centrarse fundamentalmente en el
primer aspecto. Se busca el detalle, el efecto formal aislado, como
vemos en los poemas mayores de Góngora.
El
auge del teatro
A
diferencia del Renacimiento, que no dio especial relevancia al
teatro, el Barroco es el período de máximo desarrollo de este
género. Este género se convierte en el mejor vehículo educativo y
toda la sociedad se ve reflejada en él. Se identifican con los
personajes, sueñan con sus fantasías, aprenden el valor de la
justicia, del honor social, de la autoridad monárquica, del dogma
católico... Del teatro extrae el hombre barroco orientaciones para
su vida y, a través de él, aprende que el triunfo solo se alcanza a
través del ingenio, la malicia, la prudencia y el disimulo.
En
el Barroco aparecen los “corrales” de comedias, donde se daba
vida a obras de carácter popular, con un público heterogéneo y
ávido de espectáculo. Otro tipo de teatro era el eclesiástico,
realizado normalmente en conventos de órdenes como los jesuitas; era
un teatro culto, de temática religiosa y generalmente escrito en
latín.
Por
último, había un teatro que se daba en la Corte, recurriendo a todo
tipo de obras de ingeniería y maquinaria (tramoyas) que asombraban
al espectador con sus efectos inesperados. De este tipo de teatro
surgieron las primeras óperas y zarzuelas españolas.
Los
temas del barroco
Los
temas más frecuentes son aquellos que manifiestan la concepción
barroca de la existencia. Destacan los siguientes:
-El
tiempo, raíz última de todos los problemas, pues su paso acaba con
todo.
-La
muerte, considerada como
experiencia individual y unida con el miedo al más allá.
-El
sueño, que representa tanto la vida como la muerte.
-El
amor, único elemento humano capaz de pervivir más allá de la
muerte y que impulsa al hombre hacia lo positivo.
-La
soledad, sentimiento constante que se desprende de los temas
anteriores y recibe diferentes interpretaciones.
Junto
a estos temas, en perfecta armonía, aparecen los opuestos del
Renacimiento. La Naturaleza y cada parte que la integran se vuelve
tema frecuente; la luz y el color aparecen mediante descripciones y
adjetivaciones exuberantes.
Dada
la complejidad y variedad de la época, se dan en ellas todas las
posibilidades expresivas, desde la sencillez popular a la más
difícil artificiosidad, basada esta en la asociación de ideas
(conceptismo) o en el valor de la palabra (culteranismo).
Las
complicaciones formales, la dificultad de las metáforas, los juegos
de palabras, las alusiones, las elipsis, los símbolos, caracterizan
las obras literarias barrocas y responden todas ellas a un mismo
objetivo: llamar la atención de una sociedad deseosa de conmoción y
sorpresa.
Bibliografía
CALDERÓN
DE LA BARCA, Pedro, La vida es sueño,
Madrid, Grupo Anaya, 2007
CALDERÓN
DE LA BARCA, Pedro, La vida es sueño y
El alcalde de Zalamea,
México, Ediciones Prisma.
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